PK-MERZ

Principio Activo: Amantadina,
Acción Terapéutica: Antiparkinsonianos

Cada comprimido recubierto contiene: sulfato de amantadina 100mg.

Env. con 30 comp. rec.

PK-MERZ está indicado en el tratamiento de todos los síntomas de la enfermedad de Parkinson como p. ej. rigidez, temblor e hipocinesia y acinesia así como de los síntomas y molestias residuales después de intervenciones estereotáxicas.

Si no se prescribe de otro modo, se recomienda iniciar el tratamiento con un comprimido/día durante los primeros 3 días e incrementar seguidamente la dosis hasta la dosis normal de 2 comprimidos/día. Se puede seguir aumentando la dosis a razón de un comprimido cada semana. En casos especiales puede aumentarse la dosis, bajo control del médico, a 5-6 comprimidos/día. No se debe rebasar la dosis máxima de 6 comprimidos/día. En caso de tratamiento combinado con otros antiparkinsonianos, se efectuará una adaptación individual de la dosis. La última dosis del día se tomará por la tarde. Se recomienda proceder con precaución en pacientes de edad avanzada, sobre todo en pacientes con estado de excitación y confusión, predelirios y delirios verdaderos. La administración PK-MERZ no se interrumpirá bruscamente, dado que se puede producir un empeoramiento agudo de la enfermedad.

PK-MERZ no se administrará en caso de hipersensibilidad conocida a la amantadina. Son contraindicaciones relativas las alteraciones de la función renal, hiperplasia prostática benigna y glaucoma de ángulo cerrado. No se administrará PK-MERZ a pacientes tratados con memantina ni a pacientes con antecedentes de estados de excitación y confusión, predelirios o delirios así como psicosis. La administración adicional de amantadina para la prevención de la gripe no es útil y se evitará debido al riesgo de sobredosificación. Es necesario reducir la dosis en la insuficiencia renal. Embarazo y lactancia:aunque el riesgo de teratogenicidad es mínimo, no se administrará amantadina durante los primeros 3 meses del embarazo. La amantadina, el principio activo de PK-MERZ, se excreta a la leche materna y, hasta el momento, no se han referido riesgos para el lactante.